El buen mantenimiento de la cadena de frío en el suministro de un producto es fundamental para aquellos productos que puedan cambiar sus propiedades al soportar variaciones de temperatura. Estos productos para mantener su calidad precisan ser conservados a la temperatura adecuada hasta su entrega final. Por ello, preservar la cadena de frío intacta garantiza el buen estado de estos productos y salvaguarda la salud del consumidor.
El suministrador dispone de cuatro elementos fundamentales que le ayudarán en este proceso.
Embalajes Isotérmicos
Las cajas y contenedores isotérmicos, están fabricados con materiales aislantes de la temperatura, con baja conductividad térmica, que permiten mantener un estrecho margen de temperatura durante un amplio periodo de tiempo.
Estos materiales pueden ser desechables o reutilizables, flexibles o rígidos según convenga en cada caso.
Acumuladores de frío
Los acumuladores son elementos que contienen un gel especial con propiedades de retención de temperatura (eutectico). Esto los hace ideales como generadores internos de frio o calor, ayudando de esta manera a prolongar las condiciones térmicas conservadas en el interior del embalaje.
Pueden ser elementos rígidos o flexibles y se disponen en diferentes volúmenes y tamaño según las necesidades del transporte.
Control de la Temperatura
Nos permiten controlar y conocer las oscilaciones de temperatura en los productos. Así nos van a mostrar si estos han estado expuestos a temperaturas no deseadas durante su transporte o almacenaje, para conocer si los productos han podido sufrir cambios en sus propiedades o características.
